Filipenses 3:13-14
" Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya
alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios"
En
este mes como todos saben han estado pasando las olimpiadas y como casi todo el
mundo me fascina ver los diferentes eventos deportivos y la historia de los atletas.
Me impresiona ver todas las cosas que un atleta
tiene que realizar para desarrollar al máximo su habilidad o talento y llegar a
una medalla de oro. Mientras unos alcanzan buenas posiciones, otros quedan atrás;
pero lo importante es que todos llegaron a una olimpiada.
Debe ser, sin embargo, muy frustrante llegar
entrenar y no ganar nada.
He visto atletas en estas olimpiadas que en
las pasadas no lo hicieron muy bien y en estas han superado todo obstáculo
hasta llegar a oro o a una medalla , y me parece que nosotros en nuestra vida
debemos hacer esto mismo en un entrenamiento se requieren de muchas cosas físicas
emocionales, sicológicas y muchos tienen que hacer ciertos sacrificios para
llegar a su máximo.
Yo
no me considero muy atleta , pero en la vida pienso que cada uno tiene que
tener su meta personal y creo que debemos tomar nuestro tiempo y hacer lo que
tengamos que hacer para alcanzarla.
Mi meta personal sobre el lupus es mantenerme
en remisión y sin síntomas por el mayor tiempo posible he tenido que sacrificar
ciertas cosas, cuidarme mas que antes pero finalmente veo mis frutos cada día y
en cada laboratorio y precisamente no es algo que se haga de un día para otro.
Se tiene que empezar y poco a poco alcanzar
,con la ayuda de amigos y familiares que nos alientan a que algún día
alcanzaremos la meta propuesta en cuanto a nuestra salud.
Una de las cosas que considero claves para el éxito
es como dice Pablo olvidando de una vez lo que quedo atrás , en otras palabras,
un corredor que mira hacia atrás nunca podrá alcanzar la meta sin antes
tropezar varias veces.
Según
el versículo en Filipenses, la clave esta en dejar todo lo que nos afecta atrás
y concentrarnos en lo que tenemos por
delante, dejando que el mejor de los "ENTRENADORES" Jesús!, nos ayude
a entrenarnos y poder llegar hacia la meta que nos hemos propuesto así nos
toque esperar u aun volver a empezar cada vez que nos distraíamos de la meta y
nos desviemos de lo que tenemos al frente . Siempre y cuando tengamos una meta
podremos mirar hacia al frente y alcanzarla.