40 Y un leproso vino á él, rogándole; é hincada la rodilla, le dice: Si quieres, puedes limpiarme.
41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió su mano, y le tocó, y le dice: Quiero, sé limpio.
Marcos 1:40-41
En Procesos de Sanidad 1, vimos como la sanidad se puede dar de muchas maneras de una manera instantánea o en proceso. En este caso nos toca ver una sanidad instantánea ,en la cual se puede ver la persona leprosa que se acerca al Señor a preguntarle si podía sanarle , y el Señor nos muestra como el siempre esta dispuesto acercar al hombre a la sanidad en su misericordia.
He visto muchas personas pasando enfermedad .Muchos nos entienden otros no tanto pero lo que si he entendido al igual que este leproso es que nunca se debemos de dudar de la capacidad de sanar que Dios quiere que experimentemos.
El leproso nunca dudo de la capacidad del Señor si no, no se hubiese acercado. Mas bien le pregunto si lo podía hacer en ese caso quizá dudaba de si él podía recibir tal sanidad o si la podía merecer, Dios nunca le rechazo y nosotros debemos hacer lo mismo.
El hecho de que una persona sufra de una condición crónica o de cualquier enfermedad no significa que Dios la quiera menos o que en algunas veces haya cometido un pecado, no debemos nunca juzgar porque una persona pasa por enfermedad pues no conocemos por lo que ha pasado esa persona siempre debemos hacer como hizo el Señor; nunca rechazar a nadie, si no ayudar a otros y llevarlos a que experimente esa sanidad.
Muchas veces como hemos dicho antes, muchas veces nuestras sanidades no se dan de manera instantánea si no en procesos pero todas las sanidades provienen de Dios.
Si entendemos que Dios le dio sabiduría a los hombres para crear medicamentos para que hoy en día todos nos pudiéramos beneficiar de esto entonces, podemos ver aun la mano sanadora de aquel que extendió su misericordia al leproso.
Por ejemplo una persona que sufría de lupus antes no duraba tanto como ahora debido a no haber tratamiento efectivos o pocos estudios que pudieran determinar cual era el mejor tratamiento. Gracias a Dios por los medicamentos que hacen que personas se vayan a remisión o que por lo menos puedan vivir una vida sin complicaciones . Hay personas que no entienden esto pero en la palabra de Dios dice que Dios hace misericordia a millares eso incluye a todos y también incluye el experimentar sanidad aun estos tiempos de muchas maneras él se lleva la gloria como quiera.
He estado en muchos tratamientos pero cuando decido tener Fe y entregarlo todo al Señor, es cuando mejor me ha ido. Por eso lo mejor que podemos hacer es entregarlo todo al Señor aun nuestros tratamientos y procesos de mejoría y dejar que el obre nosotros debemos ser obedientes a El y seguir nuestros tratamientos y ver como poco a poco todo se va resolviendo y podemos experimentar tal sanidad al igual que esta persona en la Biblia hoy si necesitamos una sanidad o paz en medio de nuestros procesos de esta debemos empezar una relación con el Señor, seguir nuestros tratamientos y ver como con Fe podemos visualizar la disposición del Señor de sanarnos